Ivanna Torroella Pérez
Hoy en día, las mujeres vivimos a la expectativa de los demás, de la sociedad que nos rodea, no sólo de lo que opinan los hombres de nosotras, sino de lo que nuestras amigas o familiares esperan de una. Vivimos con el constante sentimiento de querer encajar en esta sociedad, sin embargo, para lograrlo tenemos que cumplir con ciertos estereotipos de género. Por ejemplo, siempre se espera que las mujeres nos ocupemos por nuestra apariencia y belleza. En la actualidad, la mayoría de las mujeres no saben su propio valor, se espera que la gente que nos rodea decida qué actitudes están bien o mal en una mujer, que se nos diga cómo debemos vestirnos o cómo debemos pensar. Ese es el gran problema, nos han enseñado a que nuestro valor se basa en lo que los demás opinan de una. Lamentablemente, se nos ha enseñado a no opinar, a que una mujer no puede disfrutar de su sexualidad ya que es mal vista, a que cuando abusan de una mujer, es porque ella vestía de manera provocadora.
La verdadera pregunta es, ¿por qué tratamos de encajar en una sociedad en la que se siguen violando los derechos de la mujer y en la que no existe la equidad? ¿Por qué no mejor luchar por un cambio? Deberían enseñarnos a sentirnos satisfechas y bien por lo que somos, si cambiamos alguna cosa en nuestro cuerpo o en nuestra actitud, que sea porque queremos sentirnos mejor con nosotras mismas. Alcemos nuestras voces y démonos cuenta de lo mucho que valemos no por lo que se crea de nosotras o por lo que quieren que seamos, sino por lo que sabemos que somos y lo que queremos ser.
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