Susana Noriega Rivero
Glenn Vernice Cunningham, gran corredor y atleta, nació en 1909 en Elkhart, Kansas, E.U., y murió en Menifee, Arkansas, E.U., en 1988.
Cuando tenía 8 años, el colegio al que asistía se incendió. Él y su hermano estaban ahí. Glenn sufrió quemaduras graves en pies y piernas, y su hermano Floyd falleció.
Al ver el daño tan severo que había sufrido Glenn, los médicos dijeron a sus padres que no volvería a caminar, y que la mejor solución era amputarle las piernas, ya que el fuego había consumido el músculo de las espinillas y rodillas y los dedos del pie izquierdo, entre otras lesiones.
Sin embargo, el empeño de su familia que lo curaba y atendía diariamente, y el coraje y la firmeza del niño, lograron más de lo que cualquiera hubiera imaginado; después de dos años de ocurrido aquel incendio, Glenn V. Cunningham, con muchas dificultades, pudo empezar a caminar de nuevo. Pasado un tiempo, empezó a intentar correr, y ¡lo logró! Con ahínco siguió haciéndolo.
Gracias a su incansable fe y a su actitud positiva, se convirtió en un gran atleta. A través de los años, muchos han llegado a considerarlo como el mejor corredor de una milla en E.U. Recibió múltiples premios y batió récords mundiales para la milla, los 800 metros y los 1500 metros.
Participó en los Juegos Olímpicos de 1932 y 1936. En este último año ganó la medalla de plata por haber superado el récord mundial en la final de 1.500 metros en Berlín.
A la edad de 31 años, y tras haber sido suspendidos los Juegos Olímpicos de 1940, por la segunda guerra mundial, Glenn Cunningham se retiró de esta actividad profesional y se convirtió en el Director Deportivo del Cornell College, en Iowa, cargo que desempeñó durante cuatro años. Tiempo después, él y su esposa abrieron el Glenn Cunningham Youth Ranch en la ciudad de Kansas, donde ayudaron a miles de niños a superarse. Hay un parque que lleva su nombre en la misma ciudad.
Tres sobrenombres lo distinguen: "Kansas Flyer", "Elkhart Express" y "Caballo de Hierro de Kansas". Desde 1974, forma parte del Salón de la Fama Nacional de Atletismo, y en 1981 escribió un libro muy inspirador que ha alentado a una gran cantidad de lectores a transformar sus sueños en realidades.
Su versículo bíblico favorito:
“…los que esperan a Dios tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán”. Isaías 40:31
Glenn Cunningham es un ejemplo de determinación y entereza. Me hace reflexionar y pensar que, si él pudo sobreponerse a un accidente tan terrible, y convertirse en un atleta de talla mundial, todos podemos fijarnos metas y alcanzarlas. ¡¡¡Hay que soñar en grande!!!
Referencias:
changeminds.wordpress.com
es.wikipedia.org
www.libertaddigital.com
www.amazon.com.mx
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