VIOLENCIA ARTÍSTICA
- YURI
- 4 sept 2020
- 3 Min. de lectura
Ricardo Munlloch Hidalgo

Este es un título polémico, estoy seguro que el lector se está cuestionando de qué forma la violencia puede ser una expresión artística, ¿cómo fusionar dos conceptos tan aparentemente distintos?.
Violencia, que lo atribuimos al abuso y el uso de fuerza para someter, ¿cómo podemos relacionar lo anterior con el concepto de arte? Suena a un reto y es por esa razón que los invito a pensar en el arte como una expresión del alma, por lo tanto, hay que entender que la representación de un alma corrupta y maliciosa será la violencia.
Para representar de mejor manera la violencia artística citare un fragmento que lo explica a la perfección:
Se habla a veces, de hecho, de la crueldad «bestial» del Hombre, pero esto es terriblemente injusto y ofensivo para las bestias: una bestia nunca puede ser tan cruel como el Hombre, tan artística, tan plásticamente cruel. El tigre muerde, despedaza, no sabe hacer otra cosa. Jamás se le pasaría por la cabeza dejar a nadie clavado por las orejas toda una noche, ni aun en el supuesto de que fuera capaz. Esos turcos, entre otras cosas, han llegado a torturar con auténtica voluptuosidad a los niños, empezando por arrancarlos del seno materno con un puñal y acabando por arrojar al aire a las criaturas para ensartarlas en las bayonetas, y todo ello en presencia de sus madres. Ése era su mayor placer: hacerlo en presencia de las madres. Pero, fíjate, hay una escena que me ha impresionado más que ninguna. Imagínate: un niño de pecho en brazos de su madre temblorosa; alrededor, unos turcos que acaban de entrar en la casa. Se les ha ocurrido una bromita muy graciosa: acarician al crío, se ríen para contagiarle la risa, lo consiguen, y el crío empieza a reírse. En ese momento un turco le apunta con su pistola, a cuatro vershkí de la cara. El niño, contento, ríe a carcajadas y alarga las manitas para coger la pistola, cuando, de pronto, el artista aprieta el gatillo, dispara a bocajarro y le destroza la cabecita. Artístico, ¿verdad? Por cierto, según dicen, a los turcos les encantan los dulces.
–Hermano, ¿a qué viene todo esto? –preguntó Aliosha.
–Creo que, si el diablo no existe y, en consecuencia, ha sido el hombre quien
lo ha creado, entonces lo ha creado a su imagen y semejanza.” (Los hermanos Karamázov, Fiódor Mijáilovich Dostoievsky.)
Sin duda es un fragmento crudo que nos hace reflexionar sobre la crueldad humana y los límites de la creatividad para hacer sufrir a un individuo.
Si logramos entender la violencia como un arte, podemos entender más como es que se origina. Les pido que piensen en este concepto como una sinfonía de música clásica, escuchen primero los sonidos ligeros y suaves que incluso algunos de ellos pasan desapercibidos, poco a poco comienzan a tomar fuerza, alertando que se avecina el clímax de la obra, casi de inmediato los que antes eran sonidos imperceptibles se vuelven la base de una pieza feroz que arrasa melódicamente con todo lo que hay a su paso.
Al igual que una sinfonía, la violencia sigue la misma estructura para avanzar, empieza por gestos que son difíciles de encasillar como violencia, lentamente estas acciones se vuelven más intensas al punto de convertir cualquier espacio en un lienzo listo para esculpir una violenta obra de arte.
Hay otra manera en que la violencia artística se ve reflejadas en nuestra vida y esta frase de Slavoj Žižek en su libro: “sobre la violencia seis reflexiones marginales” lo representa de manera precisa; “La poesía trata siempre, por definición, acerca de algo que no puede ser nombrado de forma directa, solo aludido. No debería de temerse dar este paso más y remitirse al viejo dicho de que la música llega donde las palabras fallan”.
Pensemos un momento en el escenario más violento que nuestra mente pueda imaginar, el describirlo con palabras si bien no es imposible, sí es incómodo, además las palabras no podrían expresar muchos de los factores que influyen para crear una imagen nítida de este infierno. Es por eso que el arte representa una solución a esta falta de recursos expositivos.
En conclusión, la violencia de cierta manera es arte, pero eso no significa que debería existir. al final la violencia es la expresión de nuestras almas y eso incluye a las almas corruptas, el arte también significa la expresión de un sentimiento obscuro como lo es el odio.
Para finalizar les pido que se pregunten ¿cuántas veces han sido violentamente artísticos?
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