María Carlab
Soy una mujer con muchas inquietudes, una de ellas se cumple al tiempo en que escribo este texto. Tengo la oportunidad de compartir acerca de nutrición y me vienen a la mente muchas ideas al respecto, si bien no soy nutrióloga ni nutricionista, creo en la importancia de hacer de la alimentación un modo de vivir, nutritivamente.
Mi madre es, mi gran ejemplo a seguir sí de nutrición y alimentación balanceada se trata. Recuerdo el puré de zanahoria con papa y la pierna de pollo envuelta en aluminio cuando yo tenía 4 años y mi hermano 3. Ella solía estar al pendiente de nuestra alimentación y con mucha dedicación nos preparaba la comida. Les compartiré que mi madre, hoy tiene 67 años y no padece de dolores de cabeza ni de afecciones estomacales y, en general goza de excelente salud; camina una hora diaria desde que tengo uso de razón, practica yoga. Toma jugos naturales, bebe agua simple y no le gustan las bebidas artificiales ni los refrescos.
Yo aprendí desde los 7 años a hacer huevo revuelto y avena; a los 14 cocinaba crema de jitomate (la favorita de mi padre) y muchos platillos más. Mi padre disfrutaba de una buena salsa de chiles asados en molcajete, del caldo de frijol y de la sopa de lentejas. Cuando mis amigos de primaria iban a mi casa a comer, no les gustaba el menú, ellos querían hotdog, pizza y papas fritas. No diré que no se podía comer eso mi casa, aunque sucedía muy de vez en cuando como antojo.
He de mencionar que mi madre nos daba de desayunar a las 6:00 am: huevo, avena, jugos naturales y gelatina; lo cual permitía que las largas horas de escuela se pasaran con energía, además de llevar un lunch delicioso.
Sé que he sido sumamente afortunada, mi padre y mi madre trabajaron incasablemente para alimentarnos saludablemente. Con lo anterior quiero subrayar que no todas las personas pueden hacerlo ya que no cuentan con los recursos y aunque en ocasiones sea así, no saben cómo, así que los malos hábitos predominan.
Dejo a los especialistas las sugerencias alimentarias con sus respectivos valores nutricionales y comparto aquí un párrafo escrito por mi madre:
“Desde mi infancia he comido saludablemente, tortillas de maíz, leche, huevo, vegetales, proteína a animal, lentejas, garbanzos, ensaladas, jugos naturales, agua simple y frutas de temporada. Dejo aquí un ejemplo de menú completo:
Desayuno- jugo natural, huevo con tortilla de maíz, yogurt y té.
Comida- sopa de verdura, arroz o pasta con ensalada, pescado y agua simple. Té como digestivo.
Cena- quesadillas o sopes con frijol y un poco de queso, salsa de molcajete, una naranja, leche, pan, agua simple.
Tip* beber agua simple con limón y chía, sin azúcar.
Todo es muy importante, los horarios deben ser respetados en cada momento de la alimentación y, ser complementados con ejercicio y/o práctica del yoga.
Por último, comparto que disfrutar y saborear la comida sin prisa y sin apuro, con la consciencia de que nutro mi cuerpo, mi mente y cultivo la felicidad, ha sido mi mejor fórmula en la vida”.
Yo, por mi parte puedo hablar de experiencia personal y, en la medida de lo posible, he recreado ese modelo que me fue inculcado, para con mi propia familia. ¡Ah!, no he olvidado que mencioné al principio la nutrición afectiva y eso engloba todo lo que narré.
¡Buen provecho y salud!
Psic. María Carlab
5549626603
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