top of page

RACISMO EN MÉXICO

Foto del escritor: YURIYURI

Málika Mmadu

Mi experiencia

Fotógrafo: Daniel Lazo


A raíz del terrible acontecimiento del asesinato de George Floyd (Rest In Power), miles de personas comenzaron a alzar la voz en contra de los crímenes de odio y de los actos de violencia física por discriminación que llegan a grados lamentables e irreversibles. Sin embargo, ¿qué hay acerca de todos los actos de segregación que se viven en el mundo de manera constante? Estos deberían ser igual de inaceptables, pues significan la entrada de este mismo camino de acciones maliciosas que pueden llegar a niveles fatales.


Como parte de dos minorías -racial y religiosa-, me es de suma importancia hablar sobre el racismo que se vive hacia ambas en México y en el mundo. Soy Málika, soy negra y musulmana. A lo largo de mi vida he sufrido discriminación e insultos por mi raza y religión de los que no ahondaré en este momento, pues me enfocaré en las soluciones a las que debemos prestar más atención. Creo que una de las mayores de estas ofensas ha sido la hipocresía del querer esconder el racismo; actuar como si no pasara nada, afirmar que el racismo es un problema que atañe a otros países, pero que no pasa aquí, ocultar la opresión que sufren los indígenas de nuestro país al no tener acceso a las mismas oportunidades que otras personas y minimizar las adversidades que las minorías deben enfrentar, en fin, tratar de negar lo evidente.


México, un lugar que se empeña en ocultar los problemas raciales y clasistas que lo afectan diariamente.

Las comunidades afromexicanas han sido afectadas también desde su llegada hace siglos y se encuentran, en su mayoría, aisladas en puntos específicos de Veracruz, Oaxaca y Guerrero principalmente. El racismo es un sistema completamente normalizado, tanto por sus ciudadanos como por los mandos que lo respaldan.

Desde el momento en el que caminas por las calles de la ciudad y los comerciantes utilizan la palabra "güerita" como halago para atraerte y vender su mercancía.


Y qué decir sobre esta desinformación que lleva a la gente a sentirse incómoda cuando habla del color de mi piel: “No digas negra, eso es un insulto; se dice negrita o morenita”. Sin darse cuenta, expresan todo el contexto social que, ignorantemente, los ha llevado a pensar que pronunciar el color de mi piel es despectivo o que puede ser una grosería y, que para no ofenderme es mejor usar la palabra en diminutivo. ¿Por qué no se plantean la misma pregunta cuando se habla de alguien blanco? Es una ofensa mayor el buscar tantos adjetivos ajenos para hablar de la raza de una persona.


Al igual que los estereotipos en los que nos tienen encasillados, asumiendo que debemos ser buenos para ciertas actividades. “Todos los negros cantan, bailan y juegan basquetbol”. Sin poder creer que podamos ejercer una sobresaliente labor en otras profesiones ajenas a

las mencionadas. También están aquellos prejuicios sobre el islam, que generalmente se encuentran disfrazados en bromas y se manifiestan en esta automática relación que erróneamente se hace entre un musulmán y un terrorista, por el simple miedo existente. Más que un temor a la cultura islámica misma, a la información. Miedo al educarse para entender a las comunidades ajenas, acercarse a sus enseñanzas y percatarse de las similitudes que se tienen con ésta. Pero el humano promedio, suele preferir quedarse con esos prejuicios sin siquiera haber hablado con algún musulmán en su vida. Y dejar que los errores cometidos por algunas personas de esta creencia afecten a la comunidad entera.


¿Eres parte del problema?

Probablemente pienses que el hecho de no haber actuado directamente en contra de una persona cuya raza es distinta te hace automáticamente respetuoso y tolerante ante la diversidad, sin embargo, puede haber otros factores que influyen para que esto no sea así. Si no estás dispuesto a levantar la voz estando presente en una situación de injusticia racial, eres parte del problema. Si publicas en redes sociales apoyando los movimientos anti racistas solamente por seguir la moda, eres parte del problema. Si a raíz del bombardeo de publicaciones de #BlackLivesMatter decides respetar a los negros, pero seguir segregando a otras razas como a los indígenas de nuestro país, eres parte del problema. Si consideras que tener un amigo perteneciente a una minoría, es suficiente prueba para exentarte del problema, intenta preguntarte cuánto has querido aprender sobre su cultura para lograr aprender y entender sobre sus similitudes y diferencias, respetándolas.

Si tú aprecias a las distintas razas, pero permites que tus amigos, seres queridos, familiares, vecinos, etc. sigan tratando mal a las minorías o haciendo comentarios racistas inapropiados… realmente no ayudas al movimiento y te interpones en el camino de las soluciones.


¿Cómo contribuir y participar activamente?

Partiendo del hecho de que es un problema presente en la vida cotidiana, resulta lógico que sus soluciones se encuentren de manera constante también -no sólo mediante redes sociales; no sólo una vez en la vida-.

Reflexionemos entonces sobre todas aquellas acciones diarias que podemos modificar para sumar a este conglomerado de aportaciones positivas que nos llevarán a la verdadera transformación de los sistemas racistas establecidos. Eduquémonos sobre los grupos minoritarios. Tengamos el valor de detener un comentario racista que se haga frente a nosotros. Aprendamos cuáles son nuestras raíces y apreciemos aquellas características que nos hacen únicos. Todos podemos contribuir.

534 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments


bottom of page