SOMOS HUMANOS, NO PIELES

Andrea Ordoñez Valderrama

Es importante definir que es el racismo, no solo es la discriminación hacia las personas de color, va mucho más allá de eso. Según la COPRED el racismo es “el odio, rechazo o exclusión de una persona por su raza, color de piel, origen étnico o su lengua, que le impide el goce de sus derechos humanos. Es originado por un sentimiento irracional de superioridad de una persona sobre otra”. Es impresionante pensar que aún hay personas que juzgan por cosas tan superficiales como el color de la piel. no hay peor virus que la discriminación y la ignorancia, que se ha propagado durante muchos años, y se sigue esparciendo. La gente continúa luchando y sufriendo por el simple hecho de nacer con un color de piel más oscuro, o hablar una lengua indígena o ser extranjero, cuando todos los humanos somos iguales, tenemos la misma anatomía, tenemos el mismo color de sangre, dos pulmones que nos ayudan a respirar y un corazón que nos mantiene vivos y solo por eso debemos tener los mismos derechos y la misma libertad.

A lo largo de la historia, la humanidad siempre ha tenido un aire de superioridad, siempre queremos ser los mejores, tener más y más, juzgamos a los que no piensan igual que nosotros y categorizamos como peligroso o extraño a lo que simplemente es nuevo o diferente. Algunas causas de la discriminación racial, tienden a ser, el miedo, los prejuicios, la falta de información y las situaciones socio-económicas, personalmente siento que el prejuicio es la base de todo, vemos a una persona en la calle con tatuajes y creemos que es peligrosa, vemos a una mujer con minifalda y ya es prostituta, vemos a niños jugando con muñecas y es incorrecto, ¿quien impone esos estereotipos? ¿quien decide lo que es bueno o malo? la respuesta es, nosotros mismos, queremos tener el control y queremos que todos seamos una copia de la perfección, el mundo está lleno de diversidad y es lo que lo hace ser tan hermoso y lo manchamos con violencias innecesarias.

No todos somos iguales, pero todos somos humanos y eso no cambia a pesar de donde vengas, de cómo te vistas, de lo que piensas y mucho menos del color de tu piel.