UN ABRAZO POR LA TRADICIÓN
- YURI
- 30 oct 2020
- 3 Min. de lectura
Jacqueline Volkers Gaussmann

El acto de abrazar tiene tal poder, que puede BORRAR emociones negativas como: el miedo, la ansiedad, la tristeza o el enojo. Se dice que un buen abrazo, libera oxitocina “hormona del apego y el AMOR”.
Un bebé al nacer, lo primero que debe recibir es un abrazo de mamá y papá, para recuperase del esfuerzo que hace por salir del canal de parto, y a lo largo de la vida, es “tradición” que recibirá afecto de personas que incluso no conoce y en este mundo globalizado donde reina la desconfianza, los problemas y los prejuicios un “apapacho” siempre es bien recibido.
Parecería que un abrazo es un gesto común y sumamente positivo, sin embargo no es bien recibido por ciertas personas, debido a un ambiente insano ocurrido desde su niñez. Increíblemente en países nórdicos de Europa como Suecia o Finlandia, donde viven en inviernos crudos durante 6-7 meses al año, la gente no ACOSTUMBRA a recibir o dar abrazos.
En 2006, se genera un movimiento llamado “ABRAZOS GRATIS” logra su expansión alrededor del mundo, gracias a personas motivadas por un video en YouTube, donde un joven abrazaba a cuanta persona se le atravesaba Enel camino, y se ve frustrado cuando un policía, le prohíbe su iniciativa. Actualmente el movimiento se ha hecho tan viral y prolífico, que sin duda se ha convertido en una COSTUMBRE muy agradable.
En el año 2016, la Fundación “Un abrazo de luz”, llevó a cabo un proyecto pedagógico basado en la formación y bienestar de niños y niñas de 4 a 8 años favoreciendo su estabilidad y personalidad a través de cariño y afecto que no tienen por algún tipo de abandono.
Por otro lado, en el tema político, me gustaría mencionar que, a lo largo de 120 años, la CEREMONIA DEL ABRAZO, ha sido ya una tradición durante los festejos del cumpleaños de George Washington, en Laredo, Texas. Este tradicional rito, se lleva a cabo en el puente internacional II, donde autoridades de ambos lados de la frontera entre Estados Unidos y México, se reúnen estrechando manos y dándose un gran abrazo como símbolo de amistad y alianza, me parece un gran ejemplo que debería de reproducirse en otras partes del mundo.
Ahora, y a raíz del COVID 19, la tradición se ve mermada. Al menos en México, y tal vez en muchos países de Latinoamérica, donde nos caracterizamos por ser “abrazadores”, se nos ha limitado para evitar el contagio, solo saludándonos con un guiño de ojos, una ligera sonrisa (aunque el cubrebocas impida que el otro lo aprecie) o un choque chistoso de codos y pies. En este sentido; la Iglesia no fue la excepción, el coronavirus impide el “tradicional abrazo al apóstol Santiago – Santiago de Compostela-”, cuando a partir de marzo de este año, el cabildo decidió restringir el contacto con la imagen santa vetando el “abrazo” sustituyéndolo solo con una reverencia, además en muchos templos retiraron el agua bendita y “prohibieron” el contacto físico en ele rito de darse la paz.
A manera de conclusión, me gustaría citar a Paulo Coelho “Dice la tradición que cada vez que abrazamos DE VERDAD a alguien, GANAMOS UN DÍA DE VIDA, y en este sentido yo considero que definitivamente no debemos dejar de hacerlo si es un acto de solidaridad, respeto, acuerdo, apoyo, contención, empatía pero sobre todo, y más importante un acto de AMOR.
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